Created: 2019-09-09 lun 12:28
Para comprender el impacto que tiene nuestro sistema inmune, sería bueno que dejemos en evidencia las posibles amenazas que se ciernen sobre nosotros.
Se debe hacer un paréntesis en que no todos los microorganismos generan perjuicio en nuestra salud; a los que si lo hacen los llamaremos patógenos.
Cuando nos referimos a organismos patógenos, lo haremos desde la perspectiva de el provocar cambios en la homeostásis de la especie homo sapiens.
Sin embargo, para especificar su estudio es mejor que los clasifiquemos.
Según su estructura, existen 4 tipos de patógenos:
Son organismos unicelulares procariotas que pueden tener diversas formas, según la ubicación de su pared celular se pueden clasificar en Gram(+) o Gram(-).
Las bacterias pueden diferenciarse mediante la observación en microscopio de su estructura, la que puede ser:
Se presentan en diversos niveles de organización biológica desde eucariotas uni- a pluricelulares (exceptuando los hongos). En la mayoría de los casos, los inmunólogos llaman parásitos a los organismos pluricelulares que se hospedan en una persona.
Los ejemplos de parásitos que veremos son aquellos que causan una patología, ya sea por obstrucción de las fuentes de alimentos (como en el caso de la Taenia solium) o por impedir el desarrollo rutinario de la vida (como en el caso de la infección por Trypanosoma luego de una picadura de Mosca tse-tse).
Son organismos eucariotas tanto unicelulares como pluricelulares que pueden provocar patologías ya sea liberando toxinas u obstruyendo las vías respiratorias y por lo tanto los vasos sanguíneos (que es la principal zona de infección).
Son agentes infecciosos que carecen de células, principalmente constituidos de cápsides protéicas que envuelven ADN (adenovirus) o ARN (retrovirus); sin embargo también se pueden encontrar algunos virus que poseen envoltura compuesta de una bicapa de fosfolípidos.